Pole Muséal

Lausanne, Suiza


CONCURSO INTERNACIONAL


*en colaboración con Emilio Tuñón




El doble del mundo

Dualidad entre dos museos en una misma pieza, entre el sector público de cada museo y su sector interno. Dualidad entre la identidad de un edificio y la identidad del conjunto. Dualidad entre los espacios estáticos y los  dinámicos, entre las exposiciones de la colección y las temporales. Dualidad entre un volumen emergente y un volumen que se adapta a la topografía.


Paisaje / entorno 

Desde el punto de vista urbano, el proyecto se basa en dos principios fundamentales: en primer lugar se establece como la unión de dos mundos (estructura urbana existente y Pôle Muséal); y por otra parte trata de generar una pieza con identidad propia, que a su vez unifique y refuerce la geometría e intensidad del lugar. 

Tomando la alineación y la escala de las arquerías existentes, la pieza se integra en el entorno configurándose como basamento de la ciudad contigua y generando un perímetro de usos a modo de loggia, que se abre al espacio público.

El frente de la pieza actúa como remate del gran eje E-O que une el Pôle Muséal con la Place de la Gare.

El enlace entre el frente horizontal de fachada y la estructura urbana superior, se resuelve mediante una geometría que hace de transición entre el cuadrado de la plaza y el irregular perímetro. De esta forma, una serie de planos de ligeras inclinaciones cosen el edificio con su entorno.  

Desde este punto la pieza es casi invisible. Se convierte en un nuevo espacio verde para la ciudad; un espacio de conexión con el Pôle Muséal, en el que nada impide disfrutar de las vistas del Lac Léman.

Se crea una dualidad entre el volumen emergente del MCB-A y el nuevo museo, que respeta la topografía y subraya el paisaje.


Geometría y programa

El proyecto se articula en torno a un vacío cuadrado de 35x35m, que plantea una dualidad con el vacío circular de la turntable. Esta operación permite acotar un espacio público protegido de las vías del tren, que está llamado a ser el escenario principal de los diversos eventos del Pôle Muséal.

Este espacio central hace de antesala de los museos, generando una interesante dualidad entre el Mudac y el Musée de L’Elysée, dónde a pesar de pertenecer a una misma estructura, ambos funcionan como entidades independientes.

La operación de vaciado se enfatiza trasladando del cuadrado de 35x35 a la cota -10 como un gran hall iluminado cenitalmente por su crujía perimetral. Por esta misma crujía descienden dos grandes escaleras mecánicas enfrentadas, cada una correspondiente a un museo.

El hall es el centro de gravedad del edificio. Todas las salas de exposición se ordenan en torno a su perímetro, en una misma planta; y los centros pedagógicos de ambos museos se abren a este espacio.

Mientras que la independencia de cada museo y de cada una de sus salas de exposición está garantizada, las posibles conexiones y las relaciones con los espacios compartidos potencian la sinergia del conjunto.

Su identidad se vincula a la imagen rotunda y atemporal de una estructura que habla de orden, de espacio y de luz. Esta estructura modular surge como abstracción geométrica del ritmo de las arquerías, y con su propia cadencia, continúa la secuencia de elementos verticales que definen la fachada del  MCB-A.

Son estas trazas comunes, así como la concatenación de espacios públicos y la suma de dualidades a lo largo del Pôle Muséal, las que dan unidad y coherencia al conjunto.
La banda que surge como continuación de las arquerías, alberga los espacios comunes que más actividad generan, como la biblioteca, la tienda, el auditorio y los espacios de promoción cultural. Al configurar estos programas como piezas independientes yuxtapuestas, se refuerza su vínculo con el espacio público, aportando dinamismo y llenándolo de actividad constante.


MUDAC

ARMONÍA Y FLEXIBILIDAD. La neutralidad de la geometría y la proporción de las salas de exposición generan una armonía entre el espacio expositivo y los objetos expuestos.

El edificio se proyecta buscando la máxima flexibilidad a partir de un orden riguroso en su modulación. La amplitud de las salas permite albergar cualquier formato, y da la posibilidad de subdividir el espacio sin perder la continuidad de la exposición.

LA LUZ COMO UN MATERIAL MÁS. El museo recibe luz natural a través del perímetro de la plaza central y el patio-jardín situado en el extremo oeste. Estas fuentes de luz natural no afectan a la iluminación uniforme de la exposición, pero establecen un vínculo con el exterior, y dan un carácter único a los espacios.

ESPACIO FLUIDO. Cada sala de exposición cuenta con varios accesos que permiten mayor versatilidad de uso. La disposición que se propone, configura las salas de exposición mediante expositores paralelos, ofreciendo múltiples formas de recorrer la sala, y acotando unidades espaciales de menor dimensión y con una escala más acotada.

La sala de exposición de la colección se sitúa contigua a la exposición temporal, permitiendo una visita ininterrumpida a todo el museo. La disposición de los núcleos correspondientes al sector interno del museo, permite un fácil transporte de las colecciones entre sus respectivos depósitos, talleres, zonas de administración y áreas de exposición. Esta conexión directa implica que los visitantes de carácter profesional (investigadores, especialistas) puedan seguir su propio itinerario de visita sin interferir con el público.


Musée de L’Elysée

GRANDES ESPACIOS. MÚLTIPLES CONFIGURACIONES. El museo orbita entorno a una gran sala rectangular, dedicada a las exposiciones temporales. Este espacio rigurosamente modulado permite disponer de espacios amplios para exhibir grandes formatos, y a su vez subdividir el espacio mediante paneles móviles, para la exposición de formatos menores y géneros diferentes.

El espacio multimedia se encuentra conectado a esta sala, y supone un punto más en el recorrido de la exposición. Del mismo modo, la sala de la colección, aunque es una entidad independiente que cuenta con su propio acceso desde el hall, se encuentra también conectada con la exposición temporal.


Espacios que miran hacia dentro

El museo se aísla del exterior de forma deliberada, poniendo énfasis sus cualidades espaciales y en su condición de espacio ganado al terreno. La luz natural, cuyas propiedades pueden dañar los trabajos fotográficos, no llega a sus salas. En su lugar, un sistema de luz artificial, integrada en los vacíos que dejan entre sí las vigas, logra una iluminación uniforme en los espacios de exposición.