El edificio del Convento de San Juan de Dios
presenta una estructura espacial singular que el proyecto quiere conservar.
Para ello, se decide ubicar todo el programa público y de esparcimiento de la nueva Hospedería en el interior del convento. En el interior del edificio, se limpia la tabiquería de las crujías para crear espacios diáfanos y de uso flexible, sin divisiones fijas. El programa privado,
constituido principalmente por habitaciones, se aloja en el baluarte
circundante, para lo que se realiza una operación de vaciado gracias a la cual
se configuran los tres espacios principales que estructuran el proyecto: el
edificio del convento, el baluarte con las habitaciones y el patio intersticial
de circulación y relación entre los dos primeros, que es a su vez una calle que
se integra en la trama urbana de Olivenza. Las habitaciones se conciben como 'celdas' abiertas
a patios privados por los que se accede independientemente: habitaciones-patio. Se insertan en grietas a modo de dedos que se abren
en el terreno llegando a formar una estructura de peine. Los patios privados pueden ser configurados por el
propio usuario, haciéndolos transparentes u opacos según se desee, e iluminando las habitaciones. De este
modo, y dentro del propósito de respeto a las pre-existencias, se evita abrir
huecos en la muralla para iluminar las estancias.
The
brief for the San Juan de Dios Convent called for the preservation of its
unique spatial structure. We therefore decided to install the inn’s entire public
and leisure programme within the convent. Inside
the building, the bay partitions have been removed to create open, flexible
spaces with no fixed divisions. The private programme, primarily guest rooms, is
inserted in the enveloping bulwark, which was gutted to create the three main
spaces that structure the project: the convent building, the bastion with the
guest rooms and the intermediate circulation courtyard, a street that blends
into the urban grid of Olivenza and connects the former two spaces. The
rooms are conceived as ‘cells’ that open onto private individual patios:
courtyard-rooms. These patio/rooms are inserted finger-like into cracks that
open up in the ground to form a comb structure. They
can be configured by guests as transparent or opaque, or be used as a lighting
source for the rooms. As part of the plan to respect the pre-existing elements,
this decision obviates the need to open voids for lighting in the walls.
Awarded. ARCHITECTURAL RECORD’S DESIGN VANGUARD, New York, 2009